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Cuatro razones por las que apostar por el cultivo orgánico de cannabis

Lo orgánico está de moda. La cultura que apuesta por alimentos y productos que hayan pasado por el menor número de procesos industriales cada vez está más en auge y, afortunadamente, parece que va a ser algo más que una moda pasajera. Al fin y al cabo, la apuesta por lo orgánico va mucho más allá que una mera postura de la que alardear en Instagram o en Facebook. Cuando optamos por consumir un alimento orgánico lo que estamos haciendo no sólo es cuidar de nuestra salud, evitando consumir un montón de elementos perjudiciales para nuestro organismo. También estamos apostando por el medio ambiente y por una forma de consumo más sostenible. Esta forma de entender el mundo y de consumir también puede aplicarse al cultivo de cannabis. Y es tan sencillo como volver a los métodos tradicionales de agricultura.

A nivel particular, un cultivo orgánico de cannabis, libre de fertilizantes químicos y otros contaminantes no solo te garantiza que vas a librar a tu cuerpo de estos compuestos cuando consumas tu marihuana, sino que, bien planteado, puede traer cosechas más potentes y jugosas. Todo ello con el añadido de respetar a la planta en su propia naturaleza. Esto cobra una importancia enorme si hablamos de grandes producciones de cannabis para fines comerciales en exterior. Por eso, muchas granjas productoras de cannabis de estados como Colorado, Oregon, Washington o California están apostando por el cultivo orgánico, conscientes de los numerosos efectos perjudiciales que años de fertilizantes sintéticos, herbicidas y pesticidas han causado al medio ambiente y a nuestra salud. Si aún te faltan razones para apostar un método orgánico en tu próximo cultivo en tu próximo cultivo de cannabis, aquí te damos cuatro buenos argumentos:

Mayores producciones:

Este es, sin duda, el argumento definitivo. Todo cultivador sueña con sacar el máximo rendimiento de sus plantas de marihuana en forma de grandes y numerosos cogollos de marihuana. Pues bien. Te aseguramos que con un cultivo orgánico de cannabis bien diseñado y ejecutado, tienes garantizadas cosechas aún mayores que con los tradicionales. Antes los cultivos orgánicos dependían mucho del micro entorno. Si este no era el adecuado, la producción final solía ser inferior a la de otro tipo de cultivos. Sin embargo, todo esto ha cambiado enormemente gracias a la mejora de los productos orgánicos presentes en el mercado, pero especialmente con la aparición del Super soil o Super sustrato. El Super Soil es una mezcla de sustrato compuesta únicamente por elementos orgánicos pero en la que se introducen los ingredientes que vayan a responder específicamente a las necesidades de la planta de cannabis. El Super soil se puede elaborar a base de estiércol de animales, residuos orgánicos y otros nutrientes. Aquí puedes ver cómo prepararlo. El secreto reside en que el Super Soil es el caldo de cultivo ideal para la vida microbiana, que genera altos niveles de ácidos húmicos y fúlvicos, proporcionando alimento para las plantas. En resumen, la riqueza de elementos del Super Soil y la sinergia entre ellos, es lo que la que da a luz a esta alquimia natural que permite expresar el pleno potencial de las genéticas cannábicas. Gracias a este método puedes lograr increíbles producciones sin necesidad de añadir al cultivo otra cosa que no sea agua.

Mejores aroma, sabor y potencia:

El cultivo orgánico se basa en dar a la planta exactamente lo que necesita, a través del sustrato, (sin ningún aditivivo químico). Esto supone que la planta pueda desarrollar todo su potencial de una forma natural. Mientras los nutrientes no orgánicos sólo contienen los elementos básicos necesarios para que la planta de cannabis crezca, los sistemas orgánicos son más ricos y, por tanto, más beneficiosos. Los fertilizantes artificiales suelen estar compuestos de seis macronutrientes esenciales, nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, azufre y magnesio; y seis micronutrientes esenciales manganeso, boro, cobre, zinc, molibdeno y hierro. Así, los que no se consideran esenciales suelen quedar fuera de las mezclas, cuando lo cierto es que está demostrado que otros elementos como, por ejemplo, el níquel o el sodio, son muy beneficiosos para las plantas superiores como el cannabis. Este sobreaporte de nutrientes naturales se traduce en una planta más vigorosa y saludable y, por tanto, capaz de producir mayores cantidades de terpenos, terpenoides y cannabinoides, lo que trae consigo un aumento de la potencia de los efectos de la planta y, por supuesto, de la intensidad de sus aromas y sabores. Además, no hay que olvidar que los productos químicos dejan residuos que afectan al sabor del cannabis. Por ejemplo, la marihuana con residuos químicos pica más en la garganta. Por el contrario, el sabor de la marihuana cultivada orgánicamente es más suave y limpio.

Cuidado del medioambiente:

Lo decíamos al principio. La apuesta por lo orgánico va más allá de ser una moda pasajera de la que presumir. Es una apuesta necesaria por el bien del planeta. El uso indiscriminado y constante de de fertilizantes sintéticos en la agricultura moderna ha dado lugar una larga lista de problemas. La rápida disminución de materia rica en carbono, la destrucción de la red trófica microbiana y la drástica reducción de ácidos húmicos y fúlvicos de las tierras de cultivo son sólo algunos ejemplos. Esto ha generado un duradero efecto de campos estériles en nuestro planeta. El uso durante décadas de innumerables variedades de herbicidas y pesticidas químicos ha dañado aún más el suelo. Además, muchas investigaciones médicas están desvelando que gran parte de las enfermedades y trastornos actuales tienen relación con una deficiencia en oligoelementos. Todo esto se evita con cultivos orgánicos que renuncien al uso de productos perjudiciales para la tierra. Por otra parte, cultivar orgánicamente ayuda al medio ambiente ya que la producción de nutrientes orgánicos requiere un menor procesamiento que los convencionales, que además de necesitar gran cantidad de energía para su fabricación proceden en su mayoría de compuestos fósiles. Asimismo, los métodos biológicos de control de plagas tienen un menor impacto en el ambiente que los herbicidas químicos utilizados en el cultivo convencional.

Por tu salud:

Evidentemente, no es lo mismo consumir un cannabis limpio de cualquier sustancia química que uno que sólo se ha nutrido gracias a los elementos naturales presentes en el Super soil. Esto es especialmente importante si consumes cannabis con fines terapéuticos. Con los métodos orgánicos no es necesario que realices lavado de raíces ya que no hay ningún compuesto extraño que sea necesario eliminar. Además, algunos de los residuos minerales que quedan en la hierba procedente de plantas que han recibido fertilizantes químicos, provocan, en el momento de la combustión -cuando la fumas- la aparición de un compuesto químico cancerígeno, las nitrosaminas. Gracias al cultivo orgánico evitarás la ingesta de elementos que pueden ser perjudiciales para tu salud y podrás disfrutar de un cannabis 100% natural.

12/11/2016