El uso de leguminosas en el cultivo de marihuana
Suelos ricos en nitrógeno
Las plantas de la familia de las leguminosas, o fabáceas, tienen en los nódulos de las raíces bacterias del género Rhizobium que viven en simbiosis con la planta: la planta aporta carbono a las bacterias que a su vez proporcionan nitrógeno a la planta. El nitrógeno es utilizado por las raíces (en forma de ión de amonio NH4+) y sintetizado por las bacterias a partir del nitrógeno atmosférico (N2). El nitrógeno acumulado en el suelo permite la alimentación de las plantas que se encuentran en los alrededores, lo que supone una gran ventaja.
Existen dos opciones para beneficiarse de la acción de estas bacterias: cultivando de forma simultánea las plantas de marihuana y las leguminosas, o bien plantando las plantas de marihuana cuando las leguminosas ya se han descompuesto y han liberado en el suelo el nitrógeno que contienen. Por lo tanto, las leguminosas ayudan a fijar el nitrógeno del aire en el suelo. Son las únicas plantas que tienen la capacidad de realizar este proceso de forma totalmente natural y por ello son conocidas como "abono verde".
Mejora de la estructura del suelo
Otra ventaja importante que conlleva el uso de leguminosas en el cultivo de marihuana es, sin ninguna duda, su capacidad para mejorar la estructura del suelo.
Las fabáceas tienen un sistema radicular fuerte y vigoroso, capaz de bajar a varios metros de profundidad, en algunos casos, como la alfalfa, hasta 2-3 metros. Al verse reducida la compactación del suelo, se favorece su aireación de forma muy eficaz, y ello permite que el agua o la solución nutritiva se infiltren mejor en la totalidad del sustrato. Como las raíces de las leguminosas se encuentran a mayor profundidad que las de las plantas de marihuana que cultivamos, el desarrollo de éstas se produce de forma óptima sin ningún tipo de obstáculo. El papel de las leguminosas es complementario y beneficioso para las plantas presentes en el espacio de cultivo.
8 plantas leguminosas aptas para el cultivo de marihuana
Estas 8 especies de leguminosas se plantan en el mismo sustrato que la planta que cultivamos y se sitúan alrededor de ésta en la maceta o el espacio de cultivo. Todas ellas contribuyen de forma directa al aporte de nitrógeno para la o las plantas cultivadas y mejoran la estructura del suelo de manera general.
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- Trebol blanco (Trifolium repens): también conocido como trébol trepador, una planta perenne, con flores blancas, que no sobrepasa los 10 cm de alto y que cubre de forma ordenada el espacio cultivado. Muchas veces se planta en las zonas por las que pasan las vacas ya que su consumo aumenta significativamente la producción de leche. Fija de forma eficaz el nitrógeno del aire en el suelo y es muy melífera (flores con néctar y polen de buena calidad para las abejas).
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- Vicia (Vicia cracca): es una planta herbácea, prima de las habas, que trepa con facilidad gracias a sus zarcillos (utiliza las otras plantas como soporte, y llega a alcanzar entre 20 cm y 1,5 m de altura). Entre junio y septiembre produce flores en forma de espiga, de color azul o violeta púrpura, dispuestas en el tallo. Esta especie tiene también la capacidad de mejorar la estructura del suelo y de fijar el nitrógeno en el mismo, por lo que se suele utilizar en permacultura. Hay otra especie de Vicia, la Vicia sativa, que ofrece las mismas ventajas y que además aporta materia orgánica beneficiosa.
- Alfalfa cultivada (Medicago sativa): es una planta perenne de entre 30 y 80 cm de altura. Entre julio y septiembre produce flores con mucho néctar que les encantan a las abejas. Son de color violeta, en forma de pompón, o de color amarillo en el caso de la Medicago falcata. La alfalfa arborescente (Medicago arbórea) también es una buena opción. Se trata de una especie que resiste muy bien en situaciones de sequía. Sus raíces más profundas ayudan a ahuecar la tierra eficazmente y permiten también que se fije el nitrógeno en el suelo.
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- Phacelia (Phacelia tanacetifolia/ familia de las Hydrophylloideae): produce flores muy melíferas, y su rápido crecimiento le permite eliminar las malas hierbas de forma natural.
- Mostaza blanca (Sinapsis alba) familia de las Brassicaceae (crucíferas): ofrece un crecimiento rápido, lo que impide que crezcan vegetales molestos alrededor de las plantas de marihuana. Elimina con eficacia cualquier elemento molesto y su coste es más que asequible. Su acción es muy interesante ya que destruye los nematodos y los hongos que atacan las raíces. Permite la captación eficaz de nitrógeno y es resistente al frío y a las heladas ligeras. Produce flores melíferas, beneficiosas para las abejas. Es una leguminosa poco exigente que se desarrolla con facilidad, sin necesidad de dedicarle apenas trabajo.
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- Lupinus azul (Lupinus angustifolius): es una planta leguminosa que ofrece una buena fijación del nitrógeno del aire en el suelo. Influye de forma positiva y eficaz en la reestructuración y la mejora de la fertilización de los suelos ácidos y neutros más ingratos. Entre julio y septiembre produce flores azules.
- Loto corniculado (lotus corniculatus): es una planta muy melífera que funciona eficazmente como abono verde plurianual. Produce flores amarillas y es ideal para los suelos calcáreos. Aporta una buena aireación del suelo, fija el nitrógeno del aire en el mismo, y es resistente al frío y la sequía. En definitiva, se trata de una planta con muchas ventajas para el cultivo de marihuana orgánica.
- Trébol encarnado (trifolium incarnatum): es una leguminosa con unas preciosas flores rojas sangre, tan bonita como eficaz. Fija activamente el nitrógeno del aire en el suelo y ofrece una gran capacidad de aireación. Su crecimiento rápido impide el desarrollo de vegetales no deseados en el entorno. También favorece el equilibrio de las abejas (planta melífera) y se adapta a todo tipo de suelos.
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¡La naturaleza es sabia! Esperamos que estas leguminosas se conviertan en un gran aliado natural para mejorar tu cultivo de marihuana orgánico o biológico. Team HSO