Humboldt Seeds
Humboldt

¿Cómo afectan los Reguladores del Crecimiento Vegetal (RCV) a mis plantas de cannabis?

Este post acerca del mundo de los Reguladores del Crecimiento Vegetal (RCV) tiene como objetivo principal informar y concienciar a toda la comunidad científica y cannábica sobre estas sustancias. En primer lugar, explicaremos qué son los RCV y el motivo de su reciente popularidad. Después, ahondaremos un poco más en los entresijos de este enigmático producto para poder entender cómo afecta a nuestras plantas y si realmente se trata de una sustancia potencialmente peligrosa para la salud. Finalmente, analizaremos otros Reguladores del Crecimiento Vegetal naturales que podrían ser muy interesantes para el desarrollo de las plantas.

¿A qué se debe el interés de los RCV por el cannabis?

Todos los que han podido tocar un cogollo verdaderamente denso han llegado a pensar: "Esto sí que es un cogollo de calidad". Su apariencia densa y compacta no tiene nada que ver con la de los cogollos que son más ligeros y esponjosos. Tal vez incluso habrán notado que estos cogollos de calidad superior emanan un fuerte aroma a combustible/gas. Todo ello podría ser simplemente una clara señal de que esa marihuana ha sido cultivada utilizando Reguladores de Crecimiento Vegetal (RCV).

Es verdad que genéticamente algunas variedades son más densas que otras. Los cogollos de Cannabis Indica, por ejemplo, son conocidos por ser mucho más densos que los de Cannabis Sativa. Los largos periodos de luz durante la floración han demostrado ser también capaces de provocar un aumento de densidad en las flores. Sin embargo, gracias a los RCV, los cultivadores pueden asegurarse de obtener cogollos de gran densidad incluso con la genética y las condiciones ambientales en contra. El deseo de obtener cogollos densos y compactos que todo el mundo quiera probar y tocar es una de las principales razones por las que el uso de los RCV está aumentando exponencialmente dentro del mundo del cannabis.

Un mayor margen de beneficio

No obstante, existe otro factor que ha ayudado a que la demanda creciera tan rápidamente, y son los márgenes de beneficio. Con el negocio del cannabis en pleno crecimiento, obtener una mayor producción en un menor tiempo se ha convertido en una prioridad para muchos cultivadores comerciales, lo que ha suscitado un gran interés entorno a los Reguladores del Crecimiento Vegetal. Incluso aquellos que no buscan ningún tipo de beneficio monetario podrían estar usando, aun sin saberlo, algún tipo de RCV. Se comercializan como nutrientes, impulsores de crecimiento, vitaminas y estimulantes hormonales que se aplican pulverizando las hojas o humedeciendo las raíces. Teniendo en cuenta los beneficios que los cultivadores parecen tener, se prevé que el mercado de RCV crezca de 3.5 mil millones de dólares, en 2014, a 6.4 mil millones en 2020.

La competitividad intrínseca del mercado del cannabis hace que los Reguladores del Crecimiento Vegetal sean una opción muy tentadora. En un negocio en el que el cannabis vale literalmente su peso en oro, cada gramo extra puede marcar una gran diferencia. Modificar la morfología de las plantas para que puedan caber en espacios reducidos, o para que aceleren sus ciclos, puede ahorrar costos y aumentar la producción. Toda esta necesidad de estimular el desarrollo de cogollos para aumentar los beneficios hace que el uso de RCV sea casi obligado, pero ¿podría realmente perjudicar la calidad del producto e incluso poner en peligro nuestra salud?

¿Qué son los Reguladores del Crecimiento Vegetal?

Desde que los RCV fueron descubiertos, a finales de los años 20 y principios de los 30, han sido utilizados en la agricultura para aumentar la productividad de los cultivos destinados a uso comercial. Sin embargo, estos últimos años, los temores sobre la seguridad de los reguladores del crecimiento vegetal de origen sintético se han visto alimentados. Debido a su naturaleza tóxica, muchos han sido ya prohibidos para su uso en cultivos dedicados a la producción alimenticia; otros, han sido categorizados como pesticidas en algunos países. Algunos de vosotros recordaréis el llamado "Alar scare", que costó a la industria manzanera americana más de 100 millones de dólares al considerar que el compuesto químico daminozida, también conocido como Alar, podía ser cancerígeno. Este tipo de RCV de origen sintético, capaz de bloquear el proceso hormonal, es a menudo llamado "Retardante del Crecimiento Vegetal".

Para poder dar una definición detallada de los Reguladores de Crecimiento Vegetal, es necesario entender qué son las hormonas vegetales o fitohormonas, ya que los RCV tienen un efecto directo en ellas. En el reino vegetal existe una gran variedad de hormonas vegetales y animales que ayudan al desarrollo de las plantas. Dichas hormonas, incluso en dosis minúsculas, pueden alterar la expresión genética o el patrón de crecimiento de las células e incluso causar la muerte celular. En estructuras moleculares simples, su efecto en el ciclo de crecimiento de la planta es realmente notable. La regulación natural de estas hormonas vegetales se realiza por medio de señales ambientales, receptores y el mismo genoma de la planta.

Siempre se ha pensado que existen 5 grandes grupos de hormonas vegetales (endógenos) que actúan en el ciclo de vida de las plantas:

Todas ellas actúan como reguladores, estimulando o paralizando el desarrollo celular. A menudo trabajan conjuntamente, a distintos niveles, según la etapa del desarrollo en la que se encuentre la planta. En el cuadro siguiente se indica el momento en el que cada una de estas hormonas tiene una mayor influencia en el desarrollo de la planta.

Desde su descubrimiento, varias investigaciones han demostrado que, además de los 5 grandes grupos, hay otros tipos de hormonas vegetales como, por ejemplo, los brasinoesteroides. Esta hormona juega también un papel esencial en el crecimiento, el desarrollo y la resistencia de las plantas. En comparación con las hormonas de los mamíferos, no se sabe casi nada sobre las hormonas vegetales, por lo que podríamos suponer que aún quedan muchas por descubrir.

Las hormonas vegetales sintéticas y los Reguladores de Crecimiento Vegetal de origen sintético tienen por objeto hacer exactamente lo mismo que las hormonas naturales así como cambiar las secuencias involucradas en la síntesis o descomposición de las hormonas de la planta. Entre los RCV que interfieren en las secuencias hormonales, encontramos nombres como el Paclobutrazol, el Cloruro de Clormecuat, la Daminozida, el Uniconazole... (Ver tabla). Como el crecimiento y el desarrollo de las plantas dependen de las hormonas, dichos procesos pueden ser modificados si se hace un buen uso de los RCV.

De ahí viene el nombre de "Reguladores de Crecimiento Vegetal". Al definir una función para un grupo de sustancias químicas, y no para una naturaleza química en particular, no es posible hacer afirmaciones que se refieran a todos los RCV como productos químicos. Sin embargo, las diferencias entre los RCV naturales o de origen sintético son más que notables.

Table of commercial PGR functions - Professor Frederick M. Fishel

¿Cómo afectan los RCV a mis plantas?

¿Cómo pueden los RCV modificar el ciclo de crecimiento de una planta y aumentar la producción? Para poder entenderlo, es necesario echar un vistazo a las vías de transducción de señales, que controlan, entre otros, los procesos celulares. ¡No te lo pierdas!

Modificar los ciclos de crecimiento

A lo largo de sus vidas, las plantas utilizan frecuentemente las vías de transducción de señales. Son, básicamente, mecanismos que permiten a las células dar respuesta a los cambios medioambientales y químicos. Las vías de transducción de señales trabajan en secuencias de reacciones bioquímicas que conectan el estímulo hormonal con la respuesta celular. En la señalización celular normalmente está involucrado un receptor (una pequeña hormona o molécula) y una vía de transducción de señales que acaba con una respuesta celular que afectará el desarrollo de la planta.

Un mecanismo muy común dentro de las hormonas de las plantas es la descomposición o activación de las proteínas de transcripción del ADN. Estas proteínas activan o reprimen el ciclo al actuar como inhibidores. Básicamente, los activadores y represores funcionan como el acelerador y el freno de un coche. Cuando hay un represor y el desarrollo de genes estimulantes del crecimiento se para en seco, los activadores empiezan la transcripción de dichos genes. En respuesta a la vía de transducción de señales, que ha dado comienzo cuando han aparecido hormonas o RCV en escena, las proteínas represoras, por ejemplo, se descomponen y se libera el freno. En consecuencia, el "coche" comienza a andar y a generar genes estimuladores del crecimiento.

Así es cómo funcionan los RCV. Aunque en algunas ocasiones puede variar, dependiendo de la sustancia química, todos utilizan las vías de transducción de señales de la misma manera. Los RCV que interfieren en el proceso de biosíntesis (creación) de estas hormonas vegetales pueden, por lo tanto, parar o retrasar el crecimiento de la misma manera que otros RCV pueden estimularlo. De esta manera, los genes pueden ser activados para inducir la floración o para alargarla. En conjunto, los genes pueden incluso "apagarse" para poder parar el desarrollo superior de la planta y hacer que sea bajita y fornida, rasgo muy codiciado por los cultivadores que quieren sacar el mayor provecho posible del espacio disponible.

Aumento del rendimiento

Los RCV pueden hacer que tus cosechas sean más productivas gracias a la elongación celular que las vías de transducción de señales llevan a cabo. Cuando los genes estimuladores del crecimiento son activados, las células comienzan a crecer. La entrada de agua en el citoplasma de la célula es la principal fuerza impulsora de la expansión celular; agua que se almacena en una gran vacuola central. Por consiguiente, el volumen de la vacuola aumenta, al igual que la pared celular.

Es el agua dentro de la célula la que hace presión hacia el exterior y aumenta no solo el tamaño sino el peso de los cogollos. Es por ello que las plantas cultivadas con RCV pesan más como consecuencia de dicha retención de agua.

Las auxinas juegan también un papel muy importante en la elongación celular. Esto es conocido como "la hipótesis del crecimiento ácido".

Según esta teoría, las auxinas promueven la acidificación de la pared celular, con la ayuda de proteínas expansivas. La pared celular está principalmente compuesta por fibras de celulosa, un material que aumenta a medida que las auxinas hacen que la pared celular crezca. Por ello, pensamos que ese material también contribuye al aumento de peso debido al uso de RCV.

Con todo esto queremos decir que, por lo que respecta a tus plantas, cuanto mayor sea el peso del producto final, peor será la calidad. Y esto es debido a que la mayor parte del peso ganado con el uso de RCV procede del agua y de la celulosa extra. Así, gramo a gramo, el contenido de cannabinoides se va saturando y, por lo tanto, los niveles de THC del producto final son más y más bajos.

Pruebas que demuestran la peligrosidad de los RCV

Todavía no hay un claro veredicto entorno a la peligrosidad de los RCV, por lo que aún no se sabe si son realmente perjudiciales para la salud. Con estudios, regulaciones y leyes que van de un extremo a otro, podemos encontrarnos con que los RCV son seguros para algunos países y tóxicos para otros. En los EE. UU. y en Europa, por ejemplo, son considerados pesticidas, aunque aún hoy en día su uso está muy extendido en el mundo de la agricultura.

Los RCV que afectan a los procesos hormonales (en especial las Giberelinas) y a la biosíntesis son considerados los más peligrosos.

Una posible amenaza para la salud

Para un uso terapéutico, sería mejor evitar, a ser posible, la marihuana cultivada utilizando RCV sintéticos. Aunque la lista de RCV disponibles en el mercado es muy larga, aquí os resumimos algunos de los inhibidores de giberelinas sintéticos RCV más populares:

Entre las numerosas pruebas que respaldan la peligrosidad de los RCV sintéticos, en particular, destacan aquellas que han demostrado que pueden ser, entre otros, cancerígenos, tóxicos para el hígado e incluso provocar esterilidad.

Estos efectos se han observado en estudios realizados con mamíferos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el nivel de exposición a los RCV en dichas pruebas ha sido mucho mayor que en un cultivo normal. Por ello, será necesario el uso de grandes cantidades de RCV para que el producto final sea realmente peligroso para la salud. De la misma manera, por cada estudio sobre los peligros de los RCV, hay otro que demuestra que los efectos negativos en los mamíferos son casi inexistentes.

Como consumidor poco estricto con la dieta en general, podría argumentar que consumir marihuana cultivada con RCV es muy parecido a comer en un restaurante de comida rápida o fast food. Además, para desgracia de los británicos, la utilización de Paclobutrazol en cultivos de manzanos, cerezos, perales y ciruelos está permitida en el Reino Unido, al contrario que en muchos otros países donde su uso ya es ilegal. Esto quiere decir que las manzanas que se venden en los supermercados británicos son igualmente peligrosas.

Contaminante ambiental

Además de presentar un peligro para la salud, se ha demostrado que los pesticidas RCV contaminan el medio ambiente. Los restos de RCV que quedan en la tierra y en el agua parecen afectar al sistema digestivo de los peces y a sus embriones. La diversidad microbiana del suelo también cambia si se han utilizado RCV. De hecho, el impacto medioambiental que estas sustancias tienen es seguramente mucho más grave de lo que creemos. Estableciendo una comparación, podríamos decir que su uso es muy parecido al uso de sustancias dopantes en los deportes. Los esteroides anabolizantes, al igual que los RCV en las plantas, mejoran el rendimiento de los atletas, acelerando la recuperación muscular. Esto implica, sin duda alguna, una ventaja competitiva. Sin embargo, no hay que olvidar que podría acarrear numerosos problemas y peligros para la salud. Es decir, un culturista que ha usado esteroides para acelerar el desarrollo muscular puede parecer fuerte pero estar sufriendo problemas de corazón o incluso de hígado. De igual manera, los cogollos extremadamente densos pueden tener un buen aspecto pero realmente ser de muy mala calidad.

Los RCV sintéticos que inhiben la biosíntesis parecen ser los más peligrosos pero, ¿qué ocurre con los RCV de origen sintético que imitan a las hormonas vegetales? Las auxinas sintéticas, por ejemplo, suelen utilizarse como hormonas enraizantes. Su aplicación en clones y esquejes es básicamente lo que haríamos con los RCV, aunque en este caso, actúan de diferente manera. Ayudan a las células meristemáticas a multiplicarse dentro de las células de la raíz, más o menos como ocurre en la terapia celular. Lo que no está muy claro es si este mecanismo es menos peligroso que los RCV que afectan a los ciclos de crecimiento. Si tenemos en cuenta la evidencia hasta ahora disponible, habrá quien piense que ya hay suficientes pruebas respaldando esta idea, aunque realmente aún queda mucho que investigar.

Según parece, si son usados con prudencia, los RCV ofrecen en general buenos resultados. Si no se usan en dosis adecuadas, el equipamiento no es el correcto o la frecuencia elegida no es apropiada, podría darse algún caso de envenenamiento de plantas, animales o incluso personas.

¿Qué alternativas naturales existen?

Hasta ahora hemos hablado sobre los RCV sintéticos porque son los que hoy en día más se usan pero ¿existen realmente alternativas naturales? Para hablar del cultivo del cannabis, tenemos que empezar por lo más básico: ¿Cómo se puede imitar a la madre naturaleza? Los RCV deberían ser utilizados para estimular el potencial genético de la planta de marihuana. Por lo tanto, una buena manera de comenzar sería utilizando sustancias orgánicas naturales que puedan realizar la misma tarea, sin tener que recurrir a las hormonas vegetales sintéticas (que según parece son las más peligrosas).

El quitosano

El quitosano es una sustancia procedente de la quitina que se encuentra en los exoesqueletos de crustáceos como el camarón mantis o el escarabajo, entre otros. Este material biodegradable con bajo peso molecular proporciona soporte estructural a la "cáscara" de dichos animales. Cuando se pulverizan las hojas o se humedece el suelo con quitosan, parece actuar como un Regulador de Crecimiento Vegetal. Si lo dirigimos al núcleo y membrana plasmática de las células, el quitosano puede modificar la expresión génica así como otros procesos celulares.

¡Incluso la NASA ha mostrado interés por esta sustancia y ha comenzado a experimentar con ella en el espacio! Esto es debido a que el quitosano ha demostrado ser capaz no solo de mejorar la fotosíntesis, estimular el crecimiento de las plantas y promover la absorción de nutrientes, sino también de facilitar la propagación de semillas. Por otro lado, el quitosano protege a las plantas de una gran variedad de patógenos regulando sus defensas y ayudándoles a combatir el ataque de insectos y enfermedades. Algunos estudios han demostrado también que aumenta la presencia de flavonoides y terpenoides en algunas plantas.

El triacontanol

Este estimulante de crecimiento puede encontrarse en lugares como en la harina de alfalfa, en la caña de azúcar o en la cera de abejas. El triacontanol es un alcohol graso primario también conocido como alcohol de melisilo o alcohol miricilo. No es tóxico, es respetuoso con el medio ambiente y, además, se puede consumir con total tranquilidad. Recientes investigaciones han demostrado que el triacontanol es un potente estimulador de crecimiento que afecta a los procesos metabólicos más básicos (la fotosíntesis, la actividad enzimática, la absorción de nutrientes, la asimilación de CO2…). Si es utilizado en dosis adecuadas, podría aumentar los niveles de clorofila en las hojas, dando lugar a una mejora del proceso de fotosíntesis. Además, el desarrollo de células en las raíces se vería potenciado, permitiendo que se vuelvan más fuertes y capaces de asimilar mejor los nutrientes. Gracias a su enorme poder, varios estudios realizados han demostrado que su uso como pulverizador foliar podría mejorar notablemente la producción. De hecho, cuando ha sido usado en plantas de la familia de la menta, no solo ha mejorado su rendimiento sino también su contenido de aceites esenciales, lo que lleva a pensar que algo parecido ocurriría con la marihuana.

Reflexión final

En vista de que el uso de RCV sigue creciendo, será interesante ver cómo intentan hacerse un hueco en el futuro mercado de la agricultura y del cannabis. La verdad es que aunque aún queda mucho por investigar al respecto, los beneficios económicos en el uso de RCV son más que evidentes. Los reguladores del crecimiento vegetal son básicamente un intento del ser humano por "bio-hackear" el sistema biológico de las plantas. Con eso en mente, podríamos decir que se trata de una situación del tipo "cada uno recoge lo que siembra". Según parece, si tienen orígenes naturales, los RCV pueden afectar positivamente al crecimiento y desarrollo de las plantas, con muy pocas consecuencias negativas. Sin embargo, si dichos RCV son de origen sintético, la modificación de ciclos de crecimiento y de capacidad productiva puede traer consigo una pérdida de calidad e incluso ser peligrosa para la salud. Para evitar cualquier tipo de peligro innecesario, es importante saber cómo utilizar los RCV correctamente y no sobrepasar la dosis indicada.

Estén o no de acuerdo con este tipo de Reguladores de Crecimiento Vegetal, los consumidores de marihuana tienen una cosa muy clara, y es que todo el mundo tiene derecho a saber exactamente qué es lo que se está consumiendo. Todos los productores de nutrientes para uso agrícola deberían tener que realizar análisis químicos exhaustivos de sus productos. Los cultivadores también tendrían que indicar si se han utilizado RCV, pesticidas u otros productos químicos durante el cultivo de la marihuana que comercializan. De esta manera, el consumidor estaría suficientemente informado como para decidir qué consumir. No se puede ocultar en ningún momento la verdad.

Si deseas saber más sobre RCV orgánicos o simplemente necesitas más fuentes científicas, no dudes en contactar con Blunt Science en:

blunt.science@humboldtseeds.net

30/03/2017