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Cómo cultivar variedades de marihuana autoflorecientes en exterior

El verano es tiempo de autos. Los días son más largos, hay más horas de luz, las temperaturas suben y estos factores son el caldo de cultivo ideal para que las variedades de marihuana autoflorecientes cultivadas en exterior den lo mejor de sí . Aunque aún existen ciertos recelos hacia ellas, las automáticas tienen muchas ventajas y, además, tras años de mejora genética, su calidad en materia de producción, sabor y potencia poco o nada tiene que envidiar a sus hermanas de fotoperiodo. Si no lo tienes claro, te recomendamos que este verano des una oportunidad a estas sprinters cannábicas. Para que todo vaya sobre ruedas, en este post te contamos cómo cultivar variedades de marihuana autoflorecientes en exterior.

¿Qué son las variedades de cannabis autoflorecientes?

Las variedades de cannabis autoflorecientes son un tipo de marihuana que no depende de fotoperiodo y cuyo ciclo de vida es más corto que el de las feminizadas normales. Mientras una planta de fotoperiodo tiene un ciclo de vida de unos cuatro meses desde germinación, el de las automáticas ronda los tres, incluso menos en algunas variedades. Al carecer de fotoperiodo, su cultivo es más sencillo ya que no es necesario cambiar el ciclo de luz si se cultivan en interior. En exterior, si se cultivan en regiones cálidas, pueden realizarse varias cosechas durante el verano. Además, cuánta más horas de luz y calor reciban, más crecerán y mayores serán sus producciones. La semillas de cannabis autoflorecientes deben su rapidez y resistencia a su herencia Ruderalis, una variedad proveniente de la fría Siberia, que tuvo desarrollar esta característica para poder adaptarse al corto verano de su región. La Ruderalis original es una pequeña planta que produce poco THC y con un marcado sabor vegetal. Esto es así porque debe invertir toda su energía en desarrollarse en un ambiente hostil: frío y con pocas horas de luz y de escasa intensidad. La primeras variedades autoflorecientes, que vieron la luz a finales de los 2000, tenían ciertas carencias en materia de sabor, producción o potencia porque el cruce con la Ruderalis rebajaba las características de la otra parental. Sin embargo, gracias a las técnicas de breeding y a la mejora genética llevada a cabo durante sucesivas generaciones, las automáticas que se comercializan tienen unos estándares de calidad a la altura de sus hermanas de fotoperiodo.

Ventajas de las variedades autoflorecientes de cannabis

¿Cómo cultivar variedades autoflorecientes de marihuana?

Maximizar recursos desde el principio

El ciclo de vida de las automáticas es tan corto que la clave para tener éxito radica en maximizar recursos desde el principio y evitar cualquier carencia. Mientras las variedades feminizadas pueden tener tiempo para recuperarse de plagas o fallos nutricionales, cualquier déficit con una automática puede ser fatal. Para evitarlo, debes hacer una buena planificación desde el principio, que permita a tu planta aprovechar todos los recursos.

¿Cuándo germinar autoflorecientes?

Todo depende de cuál sea el clima de la región en la que vayas a cultivar. Las automáticas son especialmente exitosas en las zonas cálidas en las que los inviernos son muy suaves. Aquí existe la posibilidad de cultivarlas durante meses más allá del verano y tener hasta tres cosechas anuales.

¿Cómo germinar?

Las semillas de marihuana autoflorecientes no requieren un tipo de germinación diferente al del resto de semillas de fotoperiodo. Puedes elegir el método que más te convenga, pero si no lo tienes claro, puedes seguir los consejos de un experto como nuestro colaborador Light Addict.

¿Qué maceta elegir?

Te recomendamos que como mínimo trabajes con macetas de siete litros, quince si quieres conseguir las plantas más grandes posibles. La elección de la maceta es importante porque el vaso que elijas va a ser el definitivo. A diferencia de las plantas de fotoperiodo, no es recomendable trasplantar las automáticas en mitad de su ciclo de vida para evitar que se estresen.

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¿Cómo preparar el sustrato?

Las autoflorecientes requieren un sustrato aireado, que les permita aprovechar los recursos al máximo y desarrollar bien sus raíces y acelerar todos sus procesos metabólicos. Te recomendamos que trabajes con 10 litros de sustrato, que estén compuestos por un 1/3 de fibra de coco y 2/3 de turba o sustrato ya preparado, que puedes encontrar en cualquier grow. Si te vas a decantar por un cultivo orgánico, aquí te contamos cómo preparar un super soil que permita a tus plantas tener todos los nutrientes necesarios para sacar lo mejor de ellas.

¿Cómo regar?

En el caso de las autoflorecientes es mejor regarlas con menos cantidad de agua pero con mayor frecuencia para fomentar la oxigenación. Evita dejarlas encharcadas para que sus raíces no se ahoguen. Es difícil decir una cantidad exacta de agua, porque esta depende de muchas variables como el clima o el entorno en el que se cultive la planta. Como parámetro orientativo, procura que a la planta no le falte humedad pero que el tiesto no esté demasiado pesado.

Hongos y plagas

Como comentábamos antes, las genéticas autoflorecientes son más resistentes que las de fotoperiodo a las plagas ya que los bichos no tienen tiempo material de extenderse lo suficiente para ser un problema, gracias a la rapidez del ciclo de estas variedades. Esto no quiere decir, en cualquier caso, que sean inmunes a las plagas, por lo que te recomendamos estar atento a posibles problemas. Puedes realizar prevención mediante métodos biológicos y, en lo que se refiere a los hongos, puedes mantenerlos a raya evitando el exceso de humedad y manteniendo una buena limpieza del espacio de cultivo.

08/06/2017