Mi abuelo solía decir: «Cada maestrillo tiene su librillo». Eso era verdad en su época y sigue siéndolo en la actualidad. Así que no trataremos todos los remedios o aspectos de control, pero sí hablaremos sobre las estrategias que preferimos usar.
PREVENCIÓN
El cultivo en interiores tiene la ventaja de permitir el control del entorno. El control del ambiente es esencial para la prevención. La temperatura y la humedad debe permanecer por debajo de los 80 ºC y del 50 % de humedad para controlar el desarrollo del oídio. Las unidades de deshumidificador y aire acondicionado son las maneras más efectivas de controlar el ambiente en el entorno de cultivo. Utilice termómetros e higrómetros para calibrar el ambiente.
Las salas de cultivo más avanzadas utilizan reguladores de temperatura y humedad para automatizar el control. Todas las salas de cultivo, o el aire que se introduce en ellas, deben tratarse con un filtro. Los filtros de carbono y los ventiladores que pasan el aire por la sala son una herramienta esencial para controlar el aire y el olor. Si el aire se introduce en un área, debería pasar por un filtro del tipo HEPA. Las esporas fúngicas pueden ser tan pequeñas que midan un micrómetro.
Otra herramienta a utilizar en el arsenal contra el moho es la luz ultravioleta. Se trata de las bombillas de color azulado que se utilizan en hospitales y edificios gubernamentales para controlar gérmenes atmosféricos. Las bombillas germicidas están disponibles en modelos con T5, T8 y enchufe. O una empresa muy conocida llamada UVonAir que fabrica ozonizadores en línea e independientes.
MANTENIMIENTO PREVENTIVO
Algunas acciones de mantenimiento obligatorias deberían ser el espaciamiento y rotación de las plantas, la poda y la extracción y limpieza de hojas en las ramas inferiores (a veces hasta dejar el tallo limpio). Incluir un silicato en el plan de alimentación y una alimentación foliar recular con preparados de té de compost activado son buenas adiciones al plan semanal. La sílice no es uno de los 16 compuestos primarios, secundarias o micronutrientes necesarios, pero es el primer nutriente beneficioso recomendado para su inclusión en el plan de alimentación. La sílice fortalece las paredes celulares y mejora la salud e inmunidad de la planta. Este aumento en la inmunidad y en el fortalecimiento en las paredes celulares ayudará a crear una resistencia frente al oídio.
ESPRÁIS FOLIARES
Los remedios con propiedades incluyen ácidos, alcalinos, aceites, bacterias, productos químicos, leche, bicarbonato sódico, sulfuro, ajo, vinagre, enjuague bucal y una larga lista. Agua alcalina es una manera no tóxica para tratar el moho. El oídio requiere un entorno ácido para dar fruto o reproducirse. Utilizar una alimentación foliar alcalina de forma repetida podrá controlarlo. El conocido producto denominado «baño antioídio» se basa en este principio.
Un espray de peróxido de hidrógeno diluido al 36 % también es muy eficaz y constituye un tratamiento no tóxico para recuperar el control de los puntos de brote de oídio. El peróxido de hidrógeno es eficaz en el control de plagas microbianas, hongos, moho y bacterias. Se puede utilizar como espray foliar, un baño para las raíces y esquejes, y como tratamiento previa plantación medio. Se recomienda utilizar una disolución de peróxido de hidrógeno con agua al 36 % en un índice de 10 ml de peróxido de hidrógeno en 500 ml de agua sometida a osmosis inversa.
La prevención, el mantenimiento y las prácticas beneficiosas pueden controlar el desarrollo de oídio en su jardín. Un cultivador meticuloso nunca debe utilizar un producto químico sistémico y severo como Eagle20. Incorporar prácticas seguras siempre ayudará a generar un producto final más nutritivo. Hay que ser observador y diligente al reaccionar frente a problemas, para eliminar fácilmente inconvenientes como el oídio.
Instagram: KiefxSweat. Fotografía y texto original de Kief Sweat para Humboldt Seed Organization.