En las últimas semanas, la COVID-19 ha impulsado la compra del pánico en todo EE.UU., obligando a los estadounidenses a descubrir lo que es esencial para ellos. Los artículos como los geles desinfectantes se han vuelto extremadamente valiosos. Pero hay otro producto en la parte alta de la lista: la marihuana.
Y es que como cualquier otra industria en 2020, el sector del cannabis estadounidense se enfrenta a las consecuencias del coronavirus. Pero existen varios signos que sugieren cuán arraigada está la marihuana en la vida norteamericana. Por ejemplo, el 19 de marzo, el gobernador de California Gavin Newsom declaró a los dispensarios como "negocios esenciales" junto con las tiendas de comestibles y las farmacias, haciendo de ellos excepciones a la obligación del cierre de negocios.
Ahora los dispensarios deben adaptar sus instalaciones para que los clientes y el personal puedan mantener el distanciamiento social. El miedo al contagio también significa que los compradores ya no pueden utilizar su nariz para encontrar la cepa adecuada, porque ya no se permiten los tarros donde se guardan las muestras para oler. Y las pequeñas charlas entre clientes y trabajadores parecen un lujo de una era anterior debido a las mamparas de plástico.
Pero el distanciamiento social también ha propiciado que los minoristas esencialmente abandonen sus tiendas cuidadosamente diseñadas y salgan a la calle para utilizar distintos servicios de entrega.
Distintas opciones según el lugar
En todo el país, los estados están adoptando diferentes enfoques y definiciones de lo que significa "esencial" con respecto al cannabis. En este sentido, Colorado es el que ha ido más lejos y durante la epidemia ha legalizado las ventas on-line de marihuana medicinal (la ley estatal permite la entrega a domicilio de marihuana medicinal este año y de cannabis recreativo en 2021). Así los clientes pueden pagar la marihuana medicinal on-line y luego recibir su compra en casa o en la tienda mediante cita previa. Se cumple así uno de los mayores deseos de la industria, un argumento a favor de más concesiones que podrían hacerse permanentes cuando la crisis termine.
Grandes mercados como California, el estado de Washington y Oregon también están permitiendo la recogida de marihuana en la calle durante la crisis, de esta manera los clientes pueden pagar y retirar su compra en el exterior de la tienda sin bajarse del coche.
En un principio este formato de entrega confundió a los consumidores, remontándolos a los viejos tiempos del mercado negro, ya que hay algo inherentemente desagradable en el intercambio de efectivo por cannabis en un parking. Por eso ahora también están permitiendo que los usuarios agreguen un saldo a su cuenta para una menor interacción durante futuras visitas.
Massachusetts, Michigan o Illinois también han permitido la venta on-line de marihuana de distintas formas durante esta crisis. Por ejemplo, Massachusetts solo permite la compra a clientes de marihuana medicinal, mientras mantiene cerrados los negocios de recreativa.
Sin embargo, en estos estados la práctica sigue estando muy limitada porque las compañías de tarjetas de crédito tienden a evitar tratar con una sustancia que todavía es ilegal según la ley federal. Así los dispensarios también han estado permitiendo las recogidas en la calle, pero no ha profundizado en las ventas on-line porque no han encontrado una compañía de tarjetas de crédito dispuesta a procesar las transacciones.
Pero el efectivo no es el único problema. Por ejemplo, en California, la Oficina de Control de Cannabis aprobó una ordenanza en enero de 2019 que permitía las entregas de marihuana a domicilio en todo el estado, incluso en comunidades que prohibían la venta comercial de marihuana. Pero a pesar de eso, la marihuana on-line sigue sin estar disponible en grandes áreas donde los gobiernos locales han prohibido la actividad comercial o no han establecido reglas para permitir las ventas.
Explosión de ventas en plena pandemia
El coronavirus también ha estimulado a muchos consumidores para seguir comprando hierba, para hacer frente a los largos días de aburrimiento en el hogar y a la ansiedad por los despidos o el creciente número de muertos.
Según la consultora Headset, las ventas de marihuana en los Estados Unidos aumentaron a mediados de marzo, con un crecimiento que alcanzó un 64 % en la semana que terminó el 16 de marzo, la tasa de crecimiento más alta desde al menos el comienzo de 2019. Ocurrió después de que la gente aparentemente acudiera en masa para reabastecerse de sus existencias por temor a que los dispensarios pudieran cerrarse.
Desde entonces, muchos usuarios de marihuana están recurriendo a los servicios de entrega para cumplir con las reglas de distanciamiento social. Por ejemplo, Bud.com, un servicio de reparto que opera en el norte de California, experimentó un aumento del 500 % en las ventas después del anuncio de cierre de comercios a mediados de marzo. El servicio ha permitido a sus conductores hacer entregas sin contacto directamente a los clientes, dejando el producto en la puerta del domicilio a una distancia segura.
La floreciente industria de la marihuana está trabajando rápidamente para adaptarse a las necesidades de los clientes a medida que el brote de coronavirus debilita la economía de los Estados Unidos. Los dueños de negocios no pueden acceder a los rescates federales porque la marihuana sigue siendo ilegal a nivel nacional. Y los eventos multitudinarios como el 4/20 han sido cancelados debido a las órdenes de quedarse en casa. Así que los vendedores están buscando nuevas formas de llegar a los clientes y persuadir a los legisladores de que la marihuana legal se ha convertido una industria crucial para muchos estadounidenses.