El mercado cannábico cada vez ofrece extracciones de mayor pureza y potencia. Es el caso de los Diamonds o cristalinos, el producto estrella de los festivales y copas cannábicas de este año: un superconcentrado de THC-A y CBD-A que llega al 99 % de pureza. Estas extracciones de cannabinoides están libres de cualquier traza de terpenos, grasas o lípidos, lo que significa que no tienen nada de sabor, color o aroma. La Sauce, en cambio, ha ganado popularidad en los últimos años por ser una extracción que, además de contar con un amplio espectro de cannabinoides casi puros, desprende un fuerte aroma y sabor debido a su alto contenido en terpenos. Os contamos todo sobre este novedoso universo de los superconcentrados cannábicos.
Las extracciones de marihuana están muy en boga dentro de la comunidad cannábica moderna, especialmente en Estados Unidos, donde existe un verdadero culto por el 'dabbing'. Esto ha hecho que durante la Emerald Cup de este año, quizás el evento cannábico más importante del mundo, todos los asistentes tuvieran los ojos puestos en lo que se conoce hasta ahora como el extracto más potente del mercado: los Diamonds. Se trata de extractos cristalinos con un 99 % de THC-A o CBD-A puro, una especie de diamantes ultraprocesados con una potencia suprema.
Deslumbrantes cannabinoides en estado puro
El primer contacto con los Diamonds impresiona. Su apodo de cristalino está más que justificado, ya que parecen piezas de cuarzo puro. Si nos adentramos a nivel microscópico, estos cannabinoides hacen formas rígidas y enrejadas, similares a las de los copos de nieve. No en vano se trata de THC-A y CBD-A asilados que alcanzan casi un nivel perfecto de pureza, lo que quiere decir que no existe ninguna traza de grasas, lípidos, flavonoides o terpenos. Por esta razón estos cannabinoides aislados contienen muy poco o nada de sabor, color o aroma.
El ácido tetrahidrocannabinólico (THC-A) y ácido cannabidiólico (CBD-A) son los precursores químicos de sus análogos, THC y CBD, los cannabinoides más comunes en el consumo de marihuana. Se trata de cannabinoides inactivos que se descarboxilan lentamente en las últimas fases de desarrollo de la planta, o aplicando calor durante el secado de la cosecha, hasta transformarlos en compuestos activos, es decir, en THC y CBD. Esto quiere decir que los Diamonds han de vaporizarse o quemarse si se quieren sentir sus efectos psicoactivos; si se consumen por vía oral no se notarán.
Algunos pueden pensar que los cristalinos son más un capricho que un producto cannábico útil. Pero el aislamiento de los cannabinoides brinda mucho más flexibilidad para utilizar todo el potencial de la planta. Al tener estos compuestos en una forma pura y aislada, podemos elegir la proporción de THC, CBD o terpenos que queremos consumir, en lugar de un producto con unos cánones cerrados, como estamos acostumbrados. Esto desmitifica un poco que los Diamonds sirvan solo para aquellos usuarios más intrépidos en busca del colocón superlativo.
En realidad, gracias a los cristalinos muchos pacientes dosifican mejor los cannabinoides y reducen la cantidad que necesitan consumir para conseguir los efectos deseados. De hecho, una de las cosas más interesantes del THC-A es que carece efectos psicoactivos si no se calienta o descarboxila, lo que significa que muchos pacientes se pueden beneficiar de sus propiedades terapéuticas sin tener que pasar por una fase de colocón. Eso sí, quemándolo se consigue un gran y veloz subidón cerebral, como si fuera un chupito de cannabis.
Para obtener los Diamonds hay que hacer varios lavados químicos y aislar así los cannabinoides. Es algo parecido a destilar varias veces una bebida para que el alcohol sea más puro. Se trata de un proceso complejo que requiere de evaporación y varios solventes, alta cocina cannábica que no está al alcance de todos usuarios medios. Sin embargo, la industria cannábica es consciente del interés que están levantando estas extracciones y cada vez son más las empresas que están poniendo estos artículos en el mercado.
Descripción del método de obtención
Todo parte de un extracto común de cannabis, donde además del THC-A y CBD-A, nos encontraremos con otra serie de componentes que van desde los terpenos hasta las grasas y lípidos, además de un conjunto de otras partículas. La misión es apartar toda esa materia sobrante para alcanzar la pureza de los cannabinoides. Para el primer lavado se necesita hidrocarbono hexano y ácido acético, dos potentes solventes químicos que mezclados ayudan a eliminar las partículas e impurezas de la planta.
Para esto es necesario disponer de un evaporador rotativo, conocido más popularmente como rotovap. Los rotovaps están diseñados para separar suavemente los solventes de los compuestos mediante un proceso lento de calor, combinado con presión y movimiento rotativo. Se trata de una especie de lavadora, pero para conseguir el cristalino no bastará solo con una colada.
Los cannabinoides restantes de este primer lavado se deben someter a un aislamiento adicional, llamado cromatografía preparativa. En resumen, la cromatografía se utiliza para separar compuestos haciéndolos pasar a través de diversos filtros a diferentes velocidades. Esto se hace a través del rotovap también, introduciendo varios productos químicos. La etapa final de este proceso de aislamiento es la de preparar el producto para el consumo humano.
En este punto, todo lo que queda en el extracto son cannabinoides puros y una minúscula cantidad de impurezas persistentes. Estas partículas restantes deben eliminarse a través de solventes como el metano y pentano en fases individuales de mezcla y separación. Cada disolvente se agrega y posteriormente se elimina con la rotovap. El resultado final será un cristalino con un 99 % de cannabinoides puros.
La Sauce, una salsa de cannabinoides y terpenos
Más difícil de elaborar y ver es otra extracción bautizada como Sauce, que está volviendo locos a los usuarios cannábicos en la Red. La Sauce o la Live Resin Sauce es un concentrado que, además de contener cannabinoides aislados, cuenta con un alto contenido de terpenos, los compuestos que dan olor y sabor al cannabis. Esta 'salsa' contiene un espectro completo del tricoma de cannabis, es decir, toda la gama de biomoléculas potencialmente terapéuticas, habiendo eliminado las moléculas no terapéuticas (lípidos, grasas, ceras, etc). Esto convierte la Sauce en una de las formas más saludables de consumir cannabis, al igual que los cristalinos.
Sin embargo, los cristalinos se centran en el aislamiento del cannabinoide puro, mientras que la Sauce pretende incluir varios cannabinoides y terpenos, que interactúan juntos para ofrecer beneficios terapéuticos, según diversos estudios. Por ello, muchos usuarios se interesaron en conseguir extractos con el espectro completo del tricoma, esas diminutas bolas semitransparentes de los cogollos que contienen los cannabinoides y los terpenos.
En la Red se ve a muchos usuarios que cuelgan publicaciones de cristales en un líquido más oscuro, pero los expertos apuntan a que no se trata de Sauces puras. El doctor Daniel Hayden, que acuñó el término de extractos de espectro completo, señala que la Sauce debe verse como unos diamantes blancos y amarillos flotando en un líquido dorado. "Esos dos factores son los únicos que pueden demostrar que se trata de un extracto de espectro completo", explica el científico de la compañía Extractioneering, una de las pocas que ofrecen esta salsa de alta pureza cannábica.
Para que un concentrado se considere de espectro completo debe tener un contenido de terpenos superior al 13 % y uno de cannabinoides que ronde el 45-70 %. Estos porcentajes pueden variar, pero más o menos esas son las referencias para reconocer una verdadera Sauce. Si el contenido de la salsa supera el 30 % de terpenos, esta puede ser demasiado intensa. Al abrir un bote de este concentrado nos damos cuenta del porqué de su nombre, ya que su aroma es absolutamente potente y embriagador.
En definitiva, estos superconcentrados son el resultado de una sofisticada alta cocina cannábica. Sin duda son productos que están revolucionando un mercado de la marihuana que no deja de desarrollarse y ofrecer novedosos derivados a sus usuarios.