La poda
Podar tus plantas es la manera más fácil y efectiva de aumentar la producción. Consiste básicamente en eliminar algunas partes de su estructura para que las plantas puedan concentrar toda su enescrgía en la producción de cogollos.
¿Qué necesito?
Para poder poner esta técnica en práctica, no necesitas más que un par de tijeras bien limpias y esterilizadas o un bisturí correctamente afilado. Con esto, solo tendrás que buscar una planta de marihuana que podar. El arte de la poda se basa en la eliminación del material foliar. Se trata de una técnica conocida en todo el mundo utilizada comúnmente en las tomateras.
Transfiere su energía con la poda
A través de la poda, conseguimos que la planta dirija su energía hacia donde queremos. Divídela mentalmente por secciones e imagina cuánta energía va dirigida a cada una de ellas. Ahora piensa en qué aspecto tendría si eliminásemos una parte y su energía se dirigiese hacia otra zona. El mejor momento para realizar la poda es entre fases, es decir, antes de la floración. ¿Por qué? Pues porque, durante la transición del ciclo 18/6 al ciclo 12/12, la planta experimenta un cambio hormonal que provoca un gran estirón y ayuda a la formación de flores. La poda también resulta interesante porque con ella se evita la aparición de cogollos popcorn, es decir, de cogollos del tamaño de palomitas de maíz que nunca llegan a desarrollarse por completo. Eliminando las ramas/hojas inferiores que a duras penas reciben la luz del sol, conseguimos asegurar un buen desarrollo de las flores, moldeando, en el caso de algunas variedades, incluso su estructura.
Otra de las numerosas ventajas que ofrece la poda es la posibilidad de extraer clones durante el proceso. Las partes de la planta que son eliminadas posteriormente pueden ser enraizadas con la ayuda de un propagador o un clonador aeropónico. Si lo de enraizar clones no entra en tus planes, simplemente puedes deshacerte de las partes que hayas eliminado. En cualquier caso, ese es el momento ideal para proceder a la extracción de clones
Técnicas de Low Stress (LST)
También conocida como LST, la técnica de entrenamiento de bajo estrés, como su nombre bien indica, consiste en moldear la estructura de las plantas sin causarles ningún tipo de estrés o trauma. Justo lo contrario del supercropping, que, al dañar la estructura interna de las plantas, es considerada una técnica de alto estrés (HST). Con el LST obtendremos plantas de aspecto arbustivo con un crecimiento sobre todo lateral. Es por ello que tendremos que recurrir a ella al cultivar usando mallas. El objetivo principal de esta técnica no es otro que obligar al tallo central a bajar hasta la altura de las otras sumidades para provocar una pelea de dominancia. Así conseguimos potenciar la producción de las demás cogollos, que además recibirán una mayor energía lumínica.
¿Qué necesito?
Existen diversas maneras de realizar el trenzado de bajo estrés o LST. Aunque la cuerda es el método más usado, algunos cultivadores prefieren atar las ramas utilizando un cable de metal. Otros simplemente colocan bulones metálicos en lugares estratégicos para hacer contrapeso. En realidad, no necesitas más que un cordel grueso que pueda cortarse en caso de emergencia.
Da forma a tus plantas con el LST
Una de las grandes ventajas del LST es que permite controlar la altura y la anchura de la estructura de nuestras plantas a lo largo del fotoperiodo 18/6. Cuanto más frecuentemente las atemos y les dejemos volver a crecer, más horizontal será su crecimiento. Con esto conseguiremos que no desarrolle un solo cogollo central, sino varias puntas de igual tamaño entre las cuales es imposible distinguir la que en un principio estaba destinada a ser la punta predominante.
Con el fin de mejorar el rendimiento de una planta, es necesario que el periodo vegetativo sea más largo del habitual y tenga suficiente tiempo para enraizar correctamente. La estructura de una planta a la que se le ha aplicado la técnica del trenzado low stress es robusta, con ramas fuertes repletas de puntas. Incorporar mallas o enrejados puede ser muy útil para guiar las distintas puntas de cada rama. La técnica ScrOG es, siempre y cuando se aplique de manera adecuada, la mejor forma de fomentar el desarrollo en un único nivel plano y poder obtener cosechas impresionantes.
Como es evidente, algunas variedades funcionan mejor que otras ante el método LST. Aunque realmente funciona mejor en híbridos con tendencia más Sativa, con las genéticas de dominancia Indica conseguiremos que la luz se distribuya de manera mucho más uniforme incluso por la zona interna de la planta. Eso sí. A la hora de buscar una variedad de marihuana, tendremos que fijarnos en si es adecuada para Sea of Green o ScroG. Las puntas no necesitan más que unos días para volver a crecer, por lo que habrá que esforzarse por conseguir que nuestra planta adquiera la forma que deseamos. Los cultivadores que deciden no alargar el periodo vegetativo utilizan la técnica del trenzado solamente una vez antes de la poda y la floración. Si, por el contrario, cultivamos en exterior durante todo el verano, conseguiremos que nuestras plantas crezcan de manera sorprendente en un plano horizontal.
LST + Poda
Al usar ambas técnicas debidamente en el momento justo mejorarás el rendimiento de tus plantas hasta límites insospechados. Ya sea con un periodo vegetativo corto de 2-3 semanas o uno largo de 9-10 semanas, la combinación de las dos técnicas incrementará notablemente su producción, sobre todo en espacios pequeños como los armarios de cultivo. Al tratarse además de dos técnicas que no requieren ningún tipo de inversión ni conocimiento previo, cualquier persona podrá llevarlas a cabo. Aun así, es recomendable decidir de qué manera iremos moldeando la forma de las plantas antes de aplicar las técnicas correspondientes y, si nos sentimos con la suficiente confianza, colocar la malla.
¿En qué consiste el HST?
Mientras que el LST y la poda se consideran técnicas de low stress, el supercropping se encuentra dentro de la categoría de HST o High Stress Training (Entrenamiento de alto estrés) ya que se trata de una técnica que causa daño físico a la planta. Si bien es cierto que nuestra prioridad absoluta es demostrar a la planta en todo momento el inmenso amor que le profesamos, los enormes beneficios de algunas técnicas como el supercropping hacen que no podamos resistirnos a usarlas de manera puntual.
Aunque la herida tiende a sanar por sí sola, le podemos ayudamos con un poco de hormona del crecimiento, que acelerará el proceso notablemente. Con esta técnica conseguiremos dos cosas: por un lado, una mayor vigorosidad y vitalidad y, por otro, el famoso callo que proporcionará más adelante una mayor fortaleza a la planta. Gracias a dichos callos, las ramas se endurecen y son capaces de soportar una mayor producción. No es difícil imaginar de dónde viene el nombre supercropping ("súper cosecha" o "súper cultivo" en español).
En la naturaleza, las fracturas son provocadas por las fuertes rachas de viento o simplemente por otras ramas que caen. Las plantas que sufren este tipo de daño físico al comienzo de su ciclo vital acaban por convertirse en individuos mucho más fuertes con una mayor resistencia y rendimiento.
Conclusión
Decidir cuál de las técnicas es la más adecuada para tu cultivo, tus plazos, tu logística y tu presupuesto depende totalmente de ti. Mantener las plantas en la fase de crecimiento unas 4 semanas más bajo un ciclo lumínico de 18/6, aplicando al menos una de las técnicas, aumentará el número de cogollos de manera considerable y hará que su altura se vea claramente reducida. Pon en práctica estas técnicas y verás cómo mejor tu experiencia de cultivo.