Seguramente hayáis oído hablar de él porque es uno de los problemas más letales que pueden atacar a vuestros cultivos de cannabis, y tirar por la borda todo el trabajo previo. El mildiu es una enfermedad producida por hongos no solo susceptible de atacar las plantas de cannabis, sino otros organismos vegetales tales que la patata o el tabaco. De hecho, se introdujo en Europa desde América hospedado sin permiso en una especie de vid que se importó del continente americano por su fortaleza a otras plagas. Lamentablemente, y aunque aquellas vides llegadas a Francia a mitad del siglo XIX eran fuertes frente a parásitos, ya estaban infectadas de mildiu. De hecho, el plasmopara vitícola es el más conocido. Claro que también puede propagarse en nuestros cultivos de cannabis a través de esporas, sobre todo cuando la humedad es alta y las temperaturas superan los 10 grados.
Suele confundirse con el oídio, pero ambos presentan una importante diferencia: mientras que el oídio se desarrolla en la superficie de la planta, el mildiu lo hace en el interior, penetrando en los tejidos vegetales. Esto complica detenerlo a tiempo, porque tarda más en manifestarse. Además, puede aparecer tanto en el periodo vegetativo como durante la floración. Pero, ¿Qué peligro tiene para nuestras plantas de cannabis? ¿Cómo lo prevenimos? ¿Cómo lo detectamos? ¿Cómo acabamos con él? Vamos punto por punto.
Cómo prevenir el mildiu
Como comentábamos antes, el peligro del mildiu son los hongos a los que da origen, y la rapidez de propagación de los mismos. Estos hongos tienden a formarse en la masa vegetal deteriorada, en temperaturas cálidas y húmedas. Esas hojas que caen de las plantas de cannabis, o los restos de esas podas que hemos llevado a cabo en nuestro cultivo son lugares idóneos para que los hongos del mildiu se reproduzcan. Además, una vez formado el hongo, se propagan con facilidad cuando la temperatura supera los 10 grados y cuando la humedad es importante, de ahí que en cultivos de exterior, los meses cálidos sean los más propicios para la aparición de mildiu. El mildiu tiene dos estados: el latente, espera dormido a que se den las condiciones óptimas para su propagación; y el colonizador, se propaga por los cultivos.
Estas acciones ayudan a prevenir el mildiu en tu cultivo de cannabis:
- Retirar la masa vegetal muerta del cultivo: no dejar las podas y hojas muertas entre las plantas, porque ahí es donde se forma el mildiu en estado latente.
- Ventilar correcta y frecuentemente el cultivo: si es en interior, un ventilador puede ayudar a la correcta ventilación del cultivo; si es en exterior, dejar un espacio suficiente entre planta y planta para que el aire pueda moverse entre ellas.
- Controlar la humedad: regar las plantas cuando el sol (exterior) o las lámparas (interior) van a tener tiempo suficiente para secar los excesos de riego, sin dejar lugar a humedad innecesaria en el cultivo. El riego o la fertilización excesiva pueden dar lugar a la aparición de mildiu.
- Mantener las condiciones de higiene óptimas: emplear herramientas fertilizadas y destinadas exclusivamente al cultivo; no tocar las plantas con ropas que ha estado en contacto con lugares ajenos al cultivo.
- Pulverizar cola de caballo sobre las plantas: la infusión de estas plantas sobre las plantas de cannabis ayuda a prevenir el desarrollo de mildiu.
Cómo detectar el mildiu
El síntoma más temprano del mildiu es la aparición de manchas blanquecinas y amarillentas sobre las hojas. Estas manchas presentan una textura aceitosa, y mientras que tienen un tono amarillento en la parte superior, presentan un color más grisáceo en la parte inferior las hojas. Una vez la planta está infectada pierde vigor, ralentiza su crecimiento, y las hojas amarillean y se caen. No confundirlo con un polvo blanquecino sobre las hojas, que sería síntoma de oídio. En el caso del mildiu, las manchas forman parte de las hojas, y no están formadas por un polvo sobre ellas.
Cómo combatir el mildiu
Una vez vemos que las plantas de cannabis presentan síntomas de haber sido infectadas de mildiu, estas son las acciones a llevarse a cabo:
- Eliminar las zonas dañadas e incluso las plantas enteras afectadas, para que no pueden contagiar al resto de plantas del cultivo.
- Aplicar fungicidas en las disoluciones nutritivas de las plantas: los fungicidas con triazoles o bacillus suelen ser efectivos.
- Aplicar fungicidas sobre las plantas: hay que fijarse en pulverizar la disolución de agua con fungicida en todas las partes afectadas.