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Las variedades californianas han inundado el mercado cannábico con sus aromas y potencia. Durante los últimos años han ido saliendo del bosque de Humboldt, y han ido conquistando a cultivadores de cualquier parte del globo.
Desde Humboldt Seeds Organization, queremos que las genéticas californianas ganen terreno en vuestros cultivos, así que hemos trabajado para crear unas nuevas variedades, que se mantengan fieles a la esencia de las cepas criadas entre secuoyas, y que a la vez aporten un valor nuevo a vuestras cosechas.
Por eso hemos empleado la OG Kush mejor guardada de Geist Grower, y la hemos cruzado por las genéticas californianas frutales de la última ola cannábica. Además, y porque hay quienes prefieren autoflorecientes sobre las feminizadas, hemos creado dos nuevas automáticas: una de ellas fiel a las cualidades de Chemdawg, y otra fiel a las virtudes de Chocolate Mint OG.
Os presentamos nuestras últimas incorporaciones.
Dos genéticas autoflorecientes
Chem-Bomb Auto
Los amantes de Chemdawg, con confianza en las autoflorecientes, le deben un espacio a esta Chem-Bomb Auto en su cultivo. Productiva, rápida y fácil de cultivar, encarna perfectamente el característico aroma de su predecesora. Su herencia del clon de élite Chem'91 le otorga una importante ramificación lateral, que sumada a una considerable distancia internodal, facilitan la entrada de luz a todas las partes de la planta, y proporcionan a los cogollos la energía suficiente para desarrollarse abundantes y grandes.
Su ciclo de vida completo es de 70 días, así que quienes cultivan en veranos cortos dispondrán de la rapidez necesaria para cosechar sin contratiempos. Los frutos resultantes mantienen el aroma a gasolina, con notas cítricas, propia de Chemdawg, potenciadas en este caso por Bubba Kush Auto.
Chocolate Mint OG Auto
El aroma de Chocolate Mint OG ha cautivado a muchos consumidores de cannabis. Tal es el afecto despertado por esos cogollos de cannabis que maridan gasolina, pimienta y madera con marihuana a las mil maravillas, que ofrecer una versión autofloreciente de esta querida genética era casi una obligación. Solo así podía ponerse a disposición de todos los cultivadores, incluidos aquellos sin experiencia previa, el cultivo de esta indica de referencia.
El resultado es vigoroso: una planta de cannabis con un crecimiento vegetativo poderoso, que puede alcanzar una altura de metro y medio. Y es que Chocolate Mint OG Auto es una variedad de marihuana alta, con una enorme ramificación secundaria, que complace plenamente a los cultivadores con intenciones comerciales. A pesar de su tamaño, no necesita una fertilización excesiva, ya que, como ocurre con las automáticas, los excesos, ya sean de riego o nutrientes, no le gustan.
Forbidden Dream
He aquí una genética de cannabis feminizada que no pasará desapercibida, ni a la vista, ni al olfato. Es una de esas variedades que aportan valor al catálogo de indicas kushys con una riqueza terpénica muy frutal, que han popularizado la hierba californiana en los últimos tiempos. Estamos ante un ejemplar fruto de un cruce entre la OG Kush mejor guardada por uno de los fundadores de esta casa, Geist Grower, y una Forbidden Fruit. De ahí que el resultado sea una OG Kush muy sabrosa, con unos colores púrpuras casi negros que hipnotizan. El sabor de Forbidden Dream es uno de sus máximos exponentes: es uno de esos sabores únicos, inconfundibles, difíciles de replicar en otras cepas.
Respecto a su cultivo, Forbidden Dream se estira como una sativa al inicio de floración, por lo que recomendamos no pasarse con el crecimiento vegetativo. Es conveniente también podar las hojas interiores cuando empiece a florecer para permitir que las colas centrales y la ramificación secundaria alcancen su máximo esplendor. Se desarrolla plenamente en climas secos y calurosos, y presenta una resistencia media al moho y las plagas.
Aún cuando se trata de una genética estable, entre las semillas de Forbidden Dream podemos encontrar tres fenotipos: el que combina equitativamente OG Kush con Forbidden Fruit; el que prioriza los tonos púrpuras y aromas frutales de Forbidden Fruit; y el que mantiene los valores más clásicos de OG Kush.
Passion Fruit Punch
La enorme cantidad de resina que produce, y la complejidad aromática de sus flores son sus máximos atributos. Se trata de una genética que produce densos cogollos muy cilíndricos y muy resinosos: el bag appeal de Passion Fruit Punch es sencillamente impresionante. A nivel morfológico se trata de una planta de cannabis muy compacta, de internudos muy ajustados, y de estructura robusta. Crece despacio y fuerte durante el periodo vegetativo, así que no le hacen falta muchos nutrientes. Esto no implica que se quede en una planta pequeña, porque es capaz de doblar su talla durante el primer estadio de la floración.
Además, desarrolla mucha ramificación lateral, lo que incrementa notablemente sus niveles productivos. La joya de esta producción es sin duda la resina: la cantidad de tricomas de Passion Fruit Punch supera al de otras variedades de cannabis. Es, de hecho, una variedad relativamente potente, cuyos niveles de THC pueden alcanzar el 19%. Sus niveles de cannabinoides se traducen en un efecto muy relajante, pero no aplastante, muy recomendado para cerrar la jornada. Y lo más importante: esta relajación se sirve con unos aromas muy especiales. En herencia de Purple Punch, emana unas notas dulzonas y tropicales a frutos rojos, que aportan una riqueza terpénica destacable al tradicional Kush de OG.
Velvet Octane
Como su nombre indica, estamos ante una genética que ofrece una cosecha de terciopelo apretado. El terciopelo, en referencia a los tricomas, y apretados, en relación a la densidad de los cogollos. Estas flores prietas de Velvet Octane desprenden un aroma dominado por los terpenos Beta-Mirceno y Beta-Cariofileno. Esto se traduce en unas notas my diesel en el olor, y en un efecto muy potente y duradero. Esta nueva variedad nace del cruce entre una Afghan OG y una Geist OG, de modo que Vevet Octane es OG elevada al cuadrado.
De dominancia indica, las semillas Velvet Octane desarrollan plantas de cannabis muy compactas con una estructura robusta. La poda al inicio de la floración mejorará la penetración de luz. Además, responde muy bien al método SOG, si se le induce a floración una par de semanas después de la germinación.
Lemon Citron
Lo más característico de esta variedad es su aroma. No en vano se llama Lemon Citron. Es una variedad de cannabis de sabor y olor muy cítrico. Y es que nace del cruce de una Lemon Tree por un fenotipo muy cítrico de Geist OG. Así que es la elección perfecta para los cultivadores que disfrutan de genéticas refrescantes. Al margen del olor, cabe destacar que es una planta muy productiva y de cultivo relativamente fácil. Su crecimiento es rápido y vigoroso, y la delgadez de sus hojas permiten una perfecta exposición a la luz.
Respecto al efecto, sus niveles de THC no superan el 16,5%, y la sensación no es especialmente fuerte. No es una de esas genéticas que golpean fuerte la cabeza, sino más bien ese cannabis risueño y relajante, cuyo consumo es agradable durante el día.