Blue Dream de HSO (Humboldt Seed Organization) ha ostentado un puesto de honor en mi top de variedades Haze estos últimos 5 años. Con un efecto Haze total y un dulce sabor a cítricos, no hay quien se la resista. Dicho esto, para mentes poco equilibradas como la mía, una genética con alto contenido en THC como la Blue Dream puede que no sea la mejor opción desde un punto de vista médico. Por suerte para nosotros, los miembros de HSO (Humboldt Seed Organization) lo han tenido en cuenta y han empezado a añadir variedades ricas en CBD a su colección. Y qué mejor manera para inaugurar esta nueva colección que con dos de sus genéticas más populares. Ahora puedes disfrutar de la Blue Dream y de la Green Crack en formato CBD. No te preocupes porque todo lo que te encanta de estas dos variedades (sabor, rendimiento, apariencia) sigue estando ahí, a excepción de sus niveles de THC y de CBD, que han sido reducidos e incrementados respectivamente. En el caso de la Blue Dream CBD, el THC ha bajado de un 20 % a un 10 %, y el CBD ha aumentado notablemente de un 0,3 %-0,8 % a un 10 %, dando lugar a un ratio 1:1 de CBD:THC y a un efecto sativo mucho más llevadero con todos los beneficios del CBD. Ahora que hemos repasado los datos técnicos, echemos un vistazo a los cogollos y pasemos a mi parte favorita.
Aspecto físico
Los cogollos presentaban un precioso color verde lima claro con el 95 % de los pistilos ya ligeramente anaranjados y un contenido de tricomas simplemente increíble. Con la ayuda de un microscopio, se podía diferenciar claramente un 25 % de cabezas de color ámbar, un 70 % blanquecinas y un 5 % transparentes. Sus flores presentaban una estructura bastante densa y, en ocasiones, con la típica forma de cola de zorro que suele encontrarse en las genéticas con clara predominancia sativa o en aquellas con una fuerte influencia Haze. El bag appeal era 9/10. Al quitar los tallos, de inmediato me invadió un intenso aroma a Blueberry Haze acompañado de notas a pimienta, limón y pino. Y, ahora, mi parte favorita: la degustación.
Smoke test
Para llevar a cabo la cata, he utilizado tanto un bong de agua como mi querido vaporizador DaVinci, puesto que el primero me permite disfrutar de todo su sabor y el segundo de un efecto más inmediato. Con el vaporizador los sabores cobran protagonismo y ningún terpeno es desperdiciado. Empecemos con el bong de agua: tras llenar el recipiente con la Blue Dream CBD bien triturada, inhalé con fuerza hasta sentir cómo el humo golpeaba mi garganta, haciendo que mis papilas gustativas comenzasen a bailar al son del sabor a Blueberry que en cuestión de segundos había invadido mi boca, dejando un regusto a Haze a su paso. Al exhalarlo, se podían distinguir ciertos matices cítricos así como un intenso aroma a hachís. Sentí el efecto casi de inmediato y, aunque golpeó con fuerza, diríamos que no con la potencia que cabría esperar de un híbrido tan sativa como este. Lejos de ser devastador, se trataba de una sensación bastante llevadera. Ideal para consumir durante el día. A medida que el humo abandonaba mis pulmones, sentía cómo el cuerpo se relajaba. De hecho, tanto el agarrotamiento de mis articulaciones como el dolor de espalda desaparecieron casi por completo. Me sentía en el séptimo cielo. Como cabía esperar, el efecto con el bong fue instantáneo y el sabor muy agradable, sin aportar una sensación muy pesada en el pecho. ¡Veamos de lo que es capaz el vaporizador! A 185ºC, el humo era bastante denso. Aunque el efecto tardó más en hacerse evidente, los sabores alcanzaron su máxima expresión. Si eres usuario medicinal, sufres de problemas de pecho o simplemente prefieres evitar la combustión, este método es exactamente lo que buscas. Lo que más me gusta del vaporizador es que me permite empezar a una temperatura baja (unos 173-185ºC) e ir aumentándola para que el efecto sea más potente, aunque esto signifique sacrificar la calidad de ciertos sabores. A una temperatura de 185ºC, los sabores están claramente influenciados por la genética Haze, con toques dulces a Blueberry que adquieren matices especiados (posiblemente a pimienta) al ser exhalados. En pocas palabras, una variedad tan sabrosa como la Blue Dream original.
Reflexión final
A priori se trataba de una experiencia que poco tenía que ver con lo que hasta entonces había probado. Un gran fan de las variedades sativa con THC alto como yo no estaba muy seguro de lo que sería probar una genética con niveles de THC bajos. Sin embargo, puedo concluir que los numerosos beneficios terapéuticos del CBD le aportan un valor extra a tener muy en cuenta. Esta variedad es MUY efectiva para combatir el dolor y la inflamación así como las migrañas o la ansiedad, entre otros. En mi caso, el efecto tardó en desaparecer unas 2 horas, ¡todo un logro para una genética con THC bajo! Además de poder disfrutar de todos los sabores de la variedad original, su efecto, de acción rápida, era exactamente lo que estaba buscando. Alivio casi instantáneo sin sacrificar ni el sabor ni la calidad de las flores. Para mí, ¡una variedad ganadora!