Hija de una White Widow y una Haze, lo primero que destaca de Lemon Thai Kush es un fresquísimo y revitalizante aroma a limón y flores. Lemon Thai Kush huele como un ramo de verbenas frescas colocado sobre una mesa de cedro. Sus deliciosos matices organolépticos harán las delicias de los sumilleres cannábicos, capaces de elegir, como si de un buen vino se tratara, cuál es la variedad de marihuana que mejor se adapta a cada momento y paladar. El segundo plato fuerte que reserva Lemon Thai Kush es una excelente capacidad productiva, heredada de su parental White Widow. Esta planta, que florece en menos de 65 días, produce olorosos cogollos prietos como piedras y cargaditos de sugerente resina repleta de THC.
Lemon Thai Kush: alta potencia sativa
De hecho, y aquí viene la tercera razón por la que no vas a poder resistirte a probar Lemon Thai Kush, esta planta de marihuana es de gran potencia, llegando, según condiciones de cultivo y fenotipo, a un 20% de THC. Su predominancia sativa hace que su efecto tenga mucho de cerebral, llenando cada circunvolución del cerebro de un espeso humo alimonado, despertándolo a nuevas realidades y posibilidades. Eso no quita para que se parte indica acompañe la experiencia con una deliciosa relajación física de larga duración. Lemon Thai Kush es una planta que aguanta bien los climas templados de tipo mediterráneo por lo que, si vas a cultivarla ahora -si estás en el hemisferio norte-, te recomendamos que lo hagas en interior, donde responde especialmente bien. ¿A qué estás esperando? ¡Sólo esta semana puedes hacerte con con Lemon Thai Kush con un 15% de descuento!