Esta variedad de marihuana evidencia por qué los territorios de Humboldt son un enclave excepcional para crear genéticas de marihuana de élite. El clima del valle y su lejanía del mundanal ruido lo convierten en un lugar privilegiado para trabajar en el crecimiento de nuevos cruces cannábicos. Los breeders de HSO logran en este entorno la tranquilidad necesaria para mimar a las plantas de marihuana como requieren, y también las adversidades climatológicas necesarias para criar fenotipos resistentes y vigorosos.
Es en estas tierras donde se ha ido perfeccionando este híbrido de dominancia índica fruto de un cruce entre una Blueberry y una 707 Headband. Seis generaciones de crianza después podemos garantizar una semilla estable que da una planta de cannabis productiva, resistente, de rápido crecimiento vegetativo y muy potente. En interior da entorno a medio kg por metro cuadrado, y es recomendable controlar su crecimiento porque esta planta puede llegar a estirarse mucho. Tampoco conviene descuidar el crecimiento secundario inferior, que suele ser muy fructífero con esta variedad. En exterior la cosecha puede alcanzar los cuatro kilos. Os recomendamos seguir estos consejos de cultivo para obtener lo mejor de la semilla Blueberry Headband.
Sabor especiado para los más exigentes
El aroma de la Blueberry Headband es muy particular. Al característico olor a petróleo de las OG inicial le siguen notas a fruta, anís y especias que se fijan rápidamente en el paladar. Fruto de ello, esta variedad ha conquistado a los más exigentes. Porque este gusto es claramente diferenciador del de otras genéticas californianas. En lo referente al efecto, se trata de una sensación de euforia, tanto mental como corporal. Debido a su alto nivel de THC, produce un efecto potente y duradero. Lejos de ser un impacto devastador, se trata más bien de un motivo de inspiración que ayuda a la concentración.