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Por Stoney Tark
¿Qué es la poda?
Podar consiste en eliminar hojas y ramas de las plantas de forma controlada para que estas puedan focalizar su energía en otras zonas. Se trata de una técnica muy sencilla para la que solo hace falta contar con unas tijeras y algo de tiempo pero que tiene un gran impacto en la cantidad final de cogollos que se obtienen.
Para tener una idea más visual, podemos imaginar dos plantas de alrededor de un metro. En una de ellas, eliminamos el 50% de la masa vegetativa, dejando el tronco desnudo desde el nacimiento hasta la mitad de la planta, como si fuera una especie de chupachups. La otra, en cambio, la mantenemos con su forma natural de arbusto.
Llegada la floración, la diferencia sería notable, pues en la primera los cogollos se concentrarían en la parte superior, que está mucho más expuesta a la luz, mientras que en la segunda, estos quedarían distribuidos por todo el ejemplar y serían mucho más pequeños.
El tipo de poda a aplicar dependerá de la variedad cultivada, de su altura, del tiempo que haya pasado en la fase vegetativa y del tiempo que quede para la floración. Una vez elegido, habrá que eliminar todas las ramas y hojas que se encuentren en la zona a tratar.
Cuándo podar las plantas de marihuana
Por lo general, el groso de la poda se efectúa una semana antes de que termine la fase vegetativa, aunque hay cultivadores que hacen un pequeño repaso durante las semanas 1-2 de la floración. Pasado este plazo, la poda podría resultar traumática para la planta y causarle un estrés que frenara su crecimiento temporalmente o que diera lugar a la aparición de rasgos hermafroditas.
Si el periodo vegetativo dura solo 2-3 semanas, la poda deberá realizarse necesariamente antes de la floración, eliminando todas las hojas y ramificaciones desde el primer o segundo nodo. Por el contrario, si el periodo vegetativo es largo o se cultiva en exterior, se podrán realizar podas semanales menos intensivas como estrategia de mantenimiento y para favorecer la ventilación y un nivel de humedad correcto en la zona inferior de la planta. Siempre y cuando esta disponga de un margen de una semana para recuperarse antes de la floración, el resultado obtenido será el desado.
Cómo podar las plantas de marihuana
Marca en la planta un punto de referencia desde el que podar. En función de la variedad, lo recomendable es eliminar entre el 50 y el 70% de la masa vegetativa.
Ayudándote de unas tijeras esterilizadas, corta todos los tallos flexibles y brotes jóvenes que se encuentren por debajo del punto de referencia y conserva las ramas sólidas y bien desarrolladas.
A continuación, elimina con los dedos las pequeñas hojitas que hayan podido quedar en las ramas. Deberás repetir este paso cada pocos días para asegurarte de que no se formen nuevos tallos.
Como resultado, la parte inferior de la planta constará solo del tronco y de las ramas principales desnudas, sin ningún tipo ramificación secundaria, hojas ni brotes, por lo que la ventilación en la zona próxima a la maceta será excepcional.
La planta necesitará una semana para recuperarse. Una vez transcurrida, podrás pasar a floración o continuar con la fase de crecimiento.
Ventajas de la poda
Podar las plantas de marihuana presenta innumerables ventajas:
- Dado que la planta emplea menos energía en la formación de ramas y hojas, que se centra exclusivamente en la zona superior, se obtienen cogollos más grandes y densos.
- Si la planta presenta un buen estado de salud, las ramas eliminadas pueden emplearse para realizar clones.
- La ventilación en la zona próxima a las macetas mejora drásticamente. Como resultado, aumenta la cantidad de dióxido de carbono a disposición de las plantas, los insectos no tienen donde anidar y se elimina el riesgo de que se creen cogollos pequeños y mal formados.
- El trimming es más ligero, pues la planta produce cogollos uniformes en cuanto a tamaño y estructura. Por lo general, se formará un cogollo de unos 7-8 centímetros en cada internodo, por lo que no habrá ningún cogollo pequeñajo de esos que cuesta más manicurar.
- Se trata de una técnica sencilla que no implica coste alguno; todo lo que se necesita son unas tijeras esterilizadas. Se puede realizar diariamente, semanalmente o como método para mantener ordenado el jardín.
Consejos para podar la marihuana
Hay cultivadores a los que se les hace complicado eliminar tal cantidad de masa vegetativa, pues se sienten poco menos que carniceros descuartizando las plantas. Pero por muy perjudicial que parezca, estas seguirán creciendo como si nada con su nueva forma de chupachups.
Lo principal es no eliminar las ramas bien formadas, pues son las que producen los mejores cogollos. Es importante también no podar demasiada cantidad demasiado pronto, o demasiado poco demasiado tarde, así como fijarse en cómo reacciona cada variedad a cada tipo de poda.
Intenta no ser muy brusco y realiza cortes limpios sin desgarros, de lo contrario podrían acabar apareciendo cicatrices. Una vez aplicados los cortes, esteriliza las tijeras o bisturí con alcohol. En el cultivo en general y en la poda en particular, es fundamental asegurar el máximo nivel de limpieza.
Interrumpe la poda en cuanto veas las primeras flores. Como hemos comentando, el periodo en el que se recomienda podar abarca desde la fase vegetativa hasta la segunda semana de la floración como máximo. Aunque es verdad que hay quien alarga este plazo, lo ideal es evitarlo.
Si quieres aprovechar para realizar clones, lo mejor es elegir las ramas más bajas, que podrán ser de mayor o menor tamaño en función del tipo de esqueje que quieras obtener.