Por Digg's Terra
Parece que 2020 ha provocado una gran ola de cambios a nivel mundial que nadie podía imaginar, y en un periodo de tiempo increíblemente corto. La mayoría de nosotros tuvo que hacer una pausa, cambiando nuestro modo de vida habitual por el bien común. Las empresas tuvieron que cerrar sus puertas y el comercio activo quedó reducido a la mínima expresión. Con todos estos cambios todavía en marcha, y tanta incertidumbre aún por delante, es muy difícil hacerse una idea clara de cómo va a progresar todo.
La industria del cannabis, con su lento pero perseverante florecimiento en los últimos 5 años, forma ya parte de la red de medicina alternativa popular que tantas comunidades a lo largo de los Estados Unidos han recibido con los brazos abiertos. En marzo, durante el primer confinamiento obligatorio, el cannabis fue considerado un producto de primera necesidad en los estados donde el comercio de la marihuana ya está regulado. Esto fue una manera de garantizar el acceso seguro al cannabis bajo nuevas directrices sanitarias que permitieron que estos negocios mantuvieran sus puertas abiertas durante el aislamiento.
Estas nuevas directrices también estaban destinadas a distribuidores y productores de todo el sector. Por suerte, la mayoría de los cultivos de cannabis de California, y de los Estados Unidos en general, se encuentran en zonas bastante aisladas. Además, las jornadas de trabajo suelen ser largas e intensas, y dejan poco tiempo libre para la socialización, lo cual ha sido beneficioso para muchos cultivadores durante la pandemia.
Cada estado emite su propia normativa para orientar a las empresas en sus actividades comerciales, y los protocolos suelen ser más estrictos para los establecimientos de venta al público. Los dispensarios de marihuana de todo el país han experimentado un aumento dramático de sus ventas durante la pandemia. Además, la demanda de hierba del mercado negro o tradicional también se ha disparado, lo que ha conducido a un aumento repentino de los precios causado por la falta de disponibilidad y las restricciones de movimiento entre los diferentes estados. Y, con tantos ciudadanos confinados en sus casas, disponiendo de más tiempo libre, el autocultivo también ha experimentado un aumento considerable: por un lado están los ex cultivadores que durante mucho tiempo han tenido acceso a cannabis de calidad a un precio asequible, pero que ahora han elegido volver a sus raíces; y, por otro, los que están cultivando por primera vez y están ilusionados con este nuevo pasatiempo. Con el verano en pleno apogeo y con las restricciones de la pandemia, las semillas de marihuana ofrecen una manera fácil y gratificante de cultivar y producir tus propias medicinas en casa.
Al analizar la situación de muchos estados que gozan de un comercio de cannabis activo, se aprecia que todavía existe una gran necesidad de productos de primera clase. Y es que, aunque muchos mercados ya han alcanzado puntos de saturación dentro del sistema regulatorio, esto no ha significado que los productos de primera calidad hayan sido abundantes. Esto ha sido un problema desde el comienzo del mercado legal, pero en contraposición ha permitido que muchas empresas pequeñas pudieran aprovechar las oportunidades del mercado por medio de una buena red de contactos.
Actualmente, la principal amenaza para la prosperidad de las pequeñas empresas en el sector del cannabis es la presencia de capital privado y de fondos especulativos. Estos fondos tienden a monopolizar los mercados estatales, dominando así ciertos aspectos de la industria, lo que a su vez dificulta la competición de los pequeños negocios, especialmente en el sector de la venta minorista.
La consolidación de la industria parece inevitable, pero muchos negocios han aparecido a través de relaciones estables y precios justos para convertirse en un eje fundamental del mercado actual. Los consumidores necesitan ser conscientes del poder que tienen con sus compras, y nos gustaría animar a todos los usuarios de cannabis para que apoyen a los pequeños cultivadores y negocios de marihuana en los estados donde todavía están presentes. Ya existen en el mercado algunos productos de calidad extraordinaria, pero su disponibilidad es todavía reducida, así que los consumidores deben hacer su tarea de descubrir estas marcas y defenderlas si quieren seguir disfrutando cannabis de la mejor calidad.