Cómo elegir el lugar adecuado
1) Confidencialidad y legalidad La discreción es un aspecto básico que afecta directamente al éxito del cultivo. Lo ideal es elegir un lugar aislado que no esté muy a la vista para que el cultivo sea lo más discreto posible. Es mejor mantener su ubicación en secreto y hablar de ello únicamente con personas de total confianza. Siempre puede haber personas malintencionadas que tengan la tentación de robar tus plantas. Así que tenlo siempre presente si no quieres llevarte una sorpresa desagradable.
Una cuestión importante sobre la que hay que estar informado y que hay que tener muy en cuenta es la legislación en vigor del lugar en el que se encuentra el cultivo. Una vez documentado hay que respetar la ley para evitar situaciones de ilegalidad y sus consecuencias. 2) Orientación La orientación del sol es muy importante y hay que hacer todo lo posible para que las plantas estén expuestas al sol el mayor número posible de horas. Se trata de un asunto que influye directamente en su crecimiento y, sobre todo, en nuestro objetivo principal: la producción de flores compactas y resinosas en la fase de floración. Te aconsejamos que elijas un lugar despejado, con mucha claridad, que deje pasar la luz con facilidad. Si plantas en la mitad del bosque, el follaje no dejará que la luz penetre con la intensidad necesaria, lo que dificultará el correcto desarrollo de las plantas de forma global. Lo ideal para obtener resultados soberbios es orientar el cultivo hacia el sur, el oeste o el suroeste. También es importante tener en cuenta la fuerza del viento en el espacio de cultivo ya que, si éste es muy fuerte, podría destrozar las planas jóvenes. El viento favorece la ventilación de las plantas y contribuye al fortalecimiento de los tallos pero si es muy intenso podría causar daños irreparables en las plantas.
Para evitar este tipo de situaciones, es necesario realizar una prospección sobre el terreno para verificar la intensidad del viento y hacernos una composición de lugar precisa. Si el emplazamiento del cultivo te parece adecuado pero la intensidad del viento es excesiva, se pueden colocar dispositivos de protección que resguardan las plantas y permiten que se desarrollen sin problemas. Se pueden colocar paneles de plástico o de madera, ambas son una solución muy efectiva contra el viento. También se puede optar por barreras naturales como arbustos, también muy útiles (el lauroceraso, la photinia, el elaeagnus, el aligustre, el ciprés híbrido de Leyland o la tuya de Canadá). Además, una barrera vegetal natural pasa inadvertida en el paisaje y llama menos la atención. 3) Reservas de agua A medida que las plantas evolucionan, sus necesidades de agua son mayores. Para facilitar las cosas, es una buena idea la instalación de un tanque o deposito para recoger el agua de lluvia y almacenar agua gratis. Este sistema es barato y puede suponer un ahorro considerable. Algo muy práctico pero no siempre fácil es instalar el cultivo cerca de un arroyo o de un caudal de agua. Si lo consigues, las necesidades de riego serán menores y más espaciadas, lo que supone una ventaja.
No obstante, las necesidades de agua dependerán del tamaño de las plantas y del clima circundante. El lado negativo es que si el nivel de humedad es muy elevado y los veranos son fresco y lluvioso, cabe la posibilidad de que haya que afrontar problemas de hongos relacionados con la humedad. 4) Protección contra los animales salvajes Cuando las plantas son pequeñas están expuestas a muchos más peligros y son muy vulnerables. La fauna del entorno no hace diferencias con el resto de la vegetación y es fácil que resulten dañadas.
Las plantas jóvenes son un excelente aperitivo y por ello es necesario salvaguardarlas. Como solución, se puede colocar alrededor de cada planta una pequeña jaula cilíndrica, fabricada con alambrada, que no sobrepase 1 metro de altura. Lo ideal es que la alambrada tenga una trama fina que impida que los depredadores introduzcan el hocico o las patas. 5) Prevención biológica Un método de prevención biológico muy interesante consiste en introducir en el cultivo insectos "beneficiosos" que contribuyen a la protección de las plantas. A continuación encontrarás algunos ejemplos: Aphidius Colemani para luchar contra el pulgón, la mariquita para luchar contra la cochinilla, el Phytoseiulus persimilis o el Amblyseius californicus para luchar contra la araña roja. El Amblyseius Swirskii es también muy eficaz contra la mosca blanca, el trip o el tarsonemo.
Para evitar problemas fúngicos, se puede aplicar té de compost una vez al mes. Su uso favorece el crecimiento de las plantas porque el estado del suelo se equilibra y queda protegido frente a numerosos patógenos. 6) Cultivo en invernadero Los cannabicultores que tienen la posibilidad de cultivar en invernadero son unos auténticos privilegiados porque se trata de un lugar en el que se genera un microclima excelente para el desarrollo global de las plantas durante su ciclo completo de vida.
Las plantas se encuentran en un ambiente estable, protegidas contra las plagas y los problemas de hongos. En este ambiente ideal quedan garantizadas en todo momento unas condiciones climáticas óptimas que desembocan en cosechas formidables, pero desgraciadamente esta forma de cultivo está al alcance de pocos.
La preparación del suelo
1) Sustrato Para la elección del sustrato vamos a optar por una solución simple y eficaz. Existe la posibilidad de cultivar directamente sobre la tierra o de utilizar macetas, pero la decisión final es solo tuya. Si decides cultivar directamente sobre la tierra, te aconsejamos que hagas un agujero con una capacidad mínima de entre 30 y 40 L para que las plantas puedan desarrollarse a la altura de las circunstancias. Si no lo haces, limitarás el potencial del cultivo. La cantidad de sustrato es el primer factor que puede limitar el tamaño de las plantas. Cuanto más espacio tengan las raíces para desarrollarse y cuantos más recursos se puedan obtener a través de ellas, más posibilidades hay de obtener plantas grandes, vigorosas y productivas.
Te aconsejamos que añadas a la tierra micorrizas, un hongo que se instala en las raíces de las planas y provoca una simbiosis beneficiosa para ambos. Se trata de una fuente de nutrientes que aporta vigor y protección, y que influye de forma muy positiva en el arranque del crecimiento de las plantas. Tanto para cultivar sobre tierra como en maceta se puede utilizar una tierra preparada del tipo All Mix de Bio Bizz, una mezcla equilibrada que contiene:
- 25% de turba rubia
- 30% de turba negra
- 10% de compost de lombriz
- 30% de perlita
- 5% de fertilizantes
Con este tipo de mezcla las plantas cuentan con todo lo que necesitan y no hay que fertilizar durante las 2 o 3 primeras semanas. En caso contrario las plantas podrían sufrir una sobredosis de fertilizantes con consecuencias graves. El sustrato cuenta, además, con un pH estable (pH 6), que favorece los procesos que se producen durante el desarrollo y el crecimiento de las plantas. Los cannabicultores con experiencia pueden elaborar su propia mezcla orgánica, pero en este caso hemos preferido optar por una preparada al alcance de todos. 2) Fertilización La elección del fertilizante la dejamos en tus manos. Una vez elegido bastará con que fertilices siguiendo las instrucciones del fabricante y con que vigiles de cerca cómo reaccionan tus plantas. Todas las plantas no tienen las mismas necesidades e incluso algunos fenotipos de una misma variedad reaccionan de forma diferente. Por ello hay que estar atento e intentar percibir las necesidades de cada planta. Precisamente es ahí donde radica la clave para convertirse en un experto cannabicultor. Los aficionados al cultivo orgánico suelen tener sus propias recetas, y los que quieran empezar a cultivar marihuana con un método orgánico pueden aprender a preparar su propio super soil y su propio bokashi.
Cómo elegir las semillas para mi cultivo de marihuana en exterior
Es primordial realizar la elección de las semillas en función de tus gustos pero también de las posibilidades que ofrece el clima del lugar en el que se encuentra el cultivo. Se trata de un aspecto que no hay que descuidar porque en caso contrario se corre el riesgo de estar abocado al fracaso. Es importante ser objetivo en cuanto a las condiciones climáticas y hay que adaptarse a las posibilidades reales que ofrece el lugar. En las regiones húmedas es preferible cultivar híbridos con dominancia Sativa: Blue Dream, Dedoverde Haze, Amherst Sour Diesel, 707 Headband, Lemon Kush Headband, Sour Diesel#2 , Raspberry Diesel, Blue Dream CBD y Green Crack CBD. En estos casos también se puede optar por variedades autoflorecientes: Blue Dream Auto, Dr. Greenthumb's Dedoverde Haze Auto o Sour Diesel Auto. En zonas templadas te aconsejamos híbridos como: 707 Truthband by Emerald mountain, Black D.O.G, Green Crack, Blue Dream, Blueberry Headband, Chemdawg, Desert Diesel, Dr Greenthumb's Em-Dog by B-Real, Lemon Thaï Kush, OG Kush, Mango Sapphire, Lemon garlic OG, Pineapple Skunk, Trainwreck, Purple Trainwreck, Blue Dream CBD y Green Crack CBD.
O, también en este caso, puedes elegir entre los siguientes híbridos autoflorecientes: Bubba Cheese Auto, Lemon Juice Express Auto, Lost Coast Skunk Auto, Blue Dream Auto, OG Kush Auto o UK Cheese Auto. En las regiones con temperaturas altas te recomendamos híbridos con dominancia Indica: Black D.O.G, Bubba Kush, Bubba Kush 2.0, Bubba's Gift, Chocolate Mint OG, EWE 2, Lemon Garlic OG, Lost Coast Hash Plant, Blue Dream, Green Crack, Lost Coast OG, Mango Sapphire, OG Kush, Pineapple Skunk, Sapphire OG , Master Kush, Blue Dream CBD y Green Crack CBD. También puedes cultivar variedades automáticas: Bubba Cheese Auto, Bubba Kush Auto, Lemon Juice Express Auto, Lost Coast Skunk Auto, OG Kush Auto, Sour Diesel Auto, UK Cheese Auto y Blue Dream Auto. Esperamos que este post te ayude a preparar tu cultivo de exterior de la mejor manera posible. Y no olvides que la suma de muchos pequeños detalles es la clave para alcanzar la excelencia.